Lealtad: ¿Qué se aprende de un despido?

La lealtad en una de sus definiciones nos habla del “cumplimiento de las leyes y la fidelidad” a …empresa, país, personas.

Y casi siempre usamos la palabra lealtad para definirla como uno de los valores irrenunciables a los cuales debemos aferrarnos en el transcurso de nuestra vida.

Es meritorio, ser leal a nuestra empresa pero más importante serlo a nuestros principios, y comprometernos a no traicionarlos por ninguna circunstancia. Y es probablemente el ámbito empresarial donde se pone a prueba si podemos ser coherentes entre lo que declaramos y lo que hacemos, más aun cuando tenemos poder.

Aprendemos a correr las olas…  
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Photo credit: jackhazut/  www.israelimage.net

El día que perdiendo en realidad gane. 

Probablemente de las experiencias más duras que atravesamos en nuestra carrera profesional es enfrentarnos al despido, justo o injusto al final el resultado es el mismo, la sensación si es distinta, y de eso puedo dar fe, además de las lecciones que esto nos debe dejar, porque eso perdurara en nuestra memoria y pasara a ser parte de nuestro activo personal.

Y es este –precisamente- uno de los momentos en los cuales se ponen a prueba los tan mencionados valores. Más aún si tienes alguna posición de poder porque a veces te toca ser el afectado por defender tus principios poniendo en juego el puesto y la estabilidad, un buen ingreso pero ese es el costo por ser leal a esos principios que tanto mencionas. Al final si optas por defenderlos, aunque parece que perdiste, en verdad ganaste: respeto hacia ti mismo, satisfacción de saber que si eres coherente y sabes defender aquello en lo que realmente crees y tranquilidad de que no hay precio que pague una conciencia tranquila. Ya puedes decir que es cierto: La lealtad hacia ti mismo es irrenunciable.

¿Que se aprende de un despido?

1. La lealtad es contigo: Cuando pasamos por esta experiencia culpamos a la empresa, a los jefes de no valorar: nuestro trabajo, la entrega, las largas horas dedicadas a la labor desempeñada, nuestra lealtad y el haber dejado de lado nuestras “prioridades” por alcanzar los retos de la organización. Entonces luego de la primera experiencia es importante tener claro, que en la medida que la lealtad sea contigo y tu elección del trabajo a realizar, la empresa con la cual te comprometes es porque te ayudara a lograr tus metas y el proceso del cual eres parte en un determinado momento es importante para tu crecimiento. Imposible ser leal a una empresa con valores con los cuales no coincidimos, será una relación de corto plazo, si quieres ser fiel a los tuyos.

2. A tener un plan B: Independientemente de que tus metas se vayan alcanzando de acuerdo a lo que has planificado, siempre es necesario tener un plan secundario que nos de la tranquilidad de estar en control de nuestro futuro, es posible que en algún momento volvamos a cambiar de empresa y de posición, pero nunca de propósito.

3. Reflexionar si es momento de seguir un sueño cueste lo que cueste: Cuando uno enfrenta una perdida laboral, muchas dudas nos asaltan, la primera es la de saber cuan pronto volveremos a recolocarnos, angustia que se hace más frecuente si tienes deudas o un presupuesto alto que cubrir, atado a un estilo de vida que a lo mejor ya no podrás   mantener. Toma este momento como un tiempo de reflexión, y plantéate la posibilidad de si –finalmente- llego el momento de hacer realidad un sueño, analiza el mercado, y toma una decisión, esto también es lealtad .

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