El valor de levantar la voz

  
“El Valiente tiene miedo del contrario: el cobarde, de su propio temor” Francisco de Quevedo

Nos volvemos espectadores de situaciones ante las cuales es necesario manifestarnos.

balance-2121323_640

¿Quién no ha experimentado en alguna oportunidad como testigo o como actor ser parte de una situación en la que quisiéramos o necesitamos manifestar una posición distinta a la expresada por nuestros superiores, parejas, hijos o amigos?

En algunas ocasiones por miedo, a represalias quedamos callados, sin expresar nuestra verdadera opinión, sin argumentar las razones que, sabemos aunque nos asisten pueden no ser entendidas y a la larga generarnos algún “anticuerpo” en nuestro entorno.

El miedo a decir lo que realmente pensamos, se convierte en una sombra que empieza a perseguirnos, porque basta callar una vez para que luego vayamos repitiendo esta conducta, de ahí la importancia de recordar que si la verdad o la razón nos asiste, es necesario asumir un rol activo.

No es fácil levantar la voz, para decir que no estás de acuerdo, pero el silencio es más destructivo, acaba con tu tranquilidad y confianza, y peor aún con tu propia imagen. Empiezas a dudar en aquello que crees, porque no tienes el valor de defender tus opiniones, ante terceros y la única razón es lo que el otro puede pensar de ti. Y lo que tú crees de ti mismo no es lo más importante?

No dudo que puede ser más cómodo, en muchos casos callar, porque el que habla tiene que trabajar más y arriesgarse a ser el único que disiente del resto, posición nada grata y que además nos puede marcar, etiquetar pero, que también nos dará la oportunidad de reafirmar que el valor es uno de nuestros atributos más sólidos y visibles.

Los 4 principales momentos en los cuales es necesario levantar la voz:

1. El abuso de poder de un superior, sea a ti o a alguien de tu entorno, no serás jefe pero tal vez si eres líder y esa es tu responsabilidad, el respeto es mutuo y en la actualidad el abuso no debe ser tolerado en ninguna forma.

2. Actos de corrupción en tu entorno, si no hablas te haces cómplice: todo con el tiempo sale a la luz y siempre quedara la duda de porque no marcaste distancia de estos actos conociéndolos.

3. Cuando el aporte en el trabajo que realizas ya no te satisface, y crees que puedes aportar más y necesitas esa oportunidad para asumir nuevos retos y responsabilidades, anímate y habla con tu jefe, siempre serás el ganador porque tendrás claro cuál es el camino que te espera y podras hacer los cambios necesarios para seguir en ese camino u optar por una ruta distinta.

4. Defender tus ideas hasta el final 

A lo que no debemos acostumbrarnos es a ser testigos mudos de lo que sucede frente a nosotros.



Comments

Popular Posts