Un día para reflexionar

¿Trabajarías en el mismo lugar y haciendo lo mismo, aunque no te pagaran?




Hoy se celebra en muchos países -excepto en Estados Unidos y Canadá- el día internacional del trabajo y más allá que sea un día para descansar, hoy debiera ser un espacio para la reflexión que nos permita salir de la inercia en la que vivimos día a día.


La reflexión no es un llamado a recordar las luchas sociales que originaron esta celebración, sino más bien a que cada uno reconozca si está en el lugar donde quiere estar, haciendo aquello que mas le gusta, y si es ese el camino que desea recorrer a futuro.
La palabra trabajo se percibe como una actividad que no necesariamente nos agrada, que requiere esfuerzo, sacrificio y muchos otros sinónimos a tareas nada gratas.  Una idea que puede estar relacionada con la emoción o experiencias que tenemos sobre el lugar donde nos desempeñamos laboralmente, o las personas con las que interactuamos, más que con la tarea que realizamos. Hemos aprendido o nos hemos acostumbrado a que felicidad, realización, inspiración y satisfacción no son estados o emociones que podemos encontrar en aquello que realizamos como forma de vida y este concepto – felizmente- esta quedando obsoleto.  Hoy es necesario encontrar satisfacción en lo que hacemos, independientemente del ingreso que percibamos, bien dicen que no todo lo compra el dinero.
En promedio las personas invertimos alrededor de 40 años en una actividad profesional / laboral, demasiado tiempo como para no encontrar realización en la misma. El futuro laboral nos muestra otra perspectiva y realidad inminente, y es que en la medida que seamos conscientes de la vida que deseamos tener, los logros que queramos alcanzar y el legado que anhelamos dejar, tenemos la responsabilidad de diseñarlo. Hoy tenemos la posibilidad y el deber de amar el trabajo que realizamos, de que el entorno laboral nos nutra no solo de conocimiento sino de relaciones positivas para que finalmente todo ello se traduzca en la mejor de las experiencias, en ella nos va no solo la salud física, sino también la mental.

Si aún no estás seguro que estas en el lugar correcto y haciendo lo que más te gusta, tal vez estos indicadores te ayuden a aclararlo:

1. Amar y vivir lo que hacemos
2. Creatividad sin limites
3. El tiempo no cuenta, todo es aprendizaje
4. Avidez de conocimiento y curiosidad ilimitada
5. El salario importa, pero no determina tu permanencia


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