¿Es posible gestionar la envidia?

El solo nombrarla nos produce una reacción de rechazo, y pensamos que solo la sienten personas sin calidad moral, de malos sentimientos y que es una muestra entre muchas cosas de un severo sentimiento de inferioridad, de saber que aquello que otros tienen nos ha sido negado por la vida o nos lo ha arrebatado esa persona que encarna el éxito y además es feliz porque se siente satisfecho con lo conseguido.



“La envidia es oscuridad y soledad”



                                                                                                              Photo credit: Marcelo Jaboo

Es cierto, la envidia es uno de los 7 pecados capitales del cual nos hablan en las enseñanzas de la religión católica, y marcan desde el inicio de los tiempos la diferencia entre el bien y el mal. Sin embargo, es real, que la envidia existe y se alberga en el corazón de muchas personas quienes piensan que lo que el otro tiene le fue dado como un regalo de la vida, al nacer o no le costó ningún tipo de esfuerzo. Nada mas falso, porque al igual que un iceberg solo vemos una pequeña parte de todo lo que una persona encierra como experiencia de vida.

Definición:

“La envidia es aquel sentimiento o estado mental en el cual existe dolor o desdicha por no poseer uno mismo lo que tiene el otro, sea en bienes, cualidades superiores u otra clase de cosas tangibles e intangibles. ​”

Pasos para gestionar la envidia:

1. Identifica la razón: El primer paso para gestionar la envidia es tener claro, la razón que la inspira. Y tal vez la envidia en si no es tan mala si la podemos direccionar y que sirva de aliciente a querer ser mejor que aquel a quien vemos como adversario.

Es paradójico porque quien siente envidia considera que el merece todo lo que otros tienen, pero un antídoto es ser autocritico, muy difícil a veces, pero solo así te liberaras de esta carga porque veras con claridad que, creer está lejos de ser y puede ser un momento de inspiración que te permita construir un camino hacia la libertad

2. Reconoce tu talento: Si aun no has iniciado el viaje hacia quien eres, seguro es el momento, cuando sepas que te hace distinto y único entenderás que las comparaciones solo pueden servir para tener claro que te hace falta si persigues el mismo objetivo de otros que están en tu entorno.

3. Admítelo: hay personas con habilidades diferentes, pero eso no te hace inferior, investiga porque otras personas consiguen sus objetivos, con seguridad se han preparado para alcanzarlo y han elaborado un plan con metas, tiempos y contactos que les pueden ayudar a lograrlo. Han hecho un trabajo que a lo mejor tu aun no inicias. Siempre estas a tiempo.

4. No imites, se genuino: Erróneamente pensamos que hacer lo mismo que la persona objeto de nuestra envidia nos puede acercar a su éxito, nada mas falso. Aun cuando quieras dedicarte a la misma actividad crea tu propio estilo, identifica para quienes puede ser útil tu experiencia, dale ese toque que solo tú tienes y conviértete en un referente.

Finalmente, la envidia es un sentimiento humano (no lo hagas tuyo) y depende de ti convertirlo en un catalizador para mejorar.


            

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